En un partido lleno de emoción y goles en Los Ángeles, la Selección Mexicana, bajo la dirección de Jaime Lozano, cerró el 2023 con una derrota 2-3 ante Colombia. A pesar de tomar una ventaja inicial de dos goles, México no logró sostener el marcador, culminando el año con un resultado adverso de frente a su rival sudamericano en el Memorial Coliseum.
Duelo intenso en L.A. con remontada en tiempo agregado.
Jaime Lozano optó por una alineación llena de caras nuevas, brindando la oportunidad a 10 jugadores de debutar con el equipo mayor. Este enfoque reflejó una estrategia de desarrollo y experimentación, característica de los partidos amistosos. Por su parte, Colombia, dirigida por el argentino Néstor Lorenzo, equilibró juventud y experiencia, lo que finalmente les permitió cambiar el curso del juego y asegurar una victoria memorable.
El Tri comenzó con ímpetu y se adelantó en el marcador gracias a un espectacular gol de Omar Govea y una oportunista anotación de Guillermo Martínez. Sin embargo, la selección mexicana no pudo mantener la ventaja. Colombia, con un equipo también compuesto por jugadores con menos experiencia internacional, respondió con fuerza. Andrés Reyes, Roger Martínez y Carlos Gómez marcaron los goles de la remontada, dejando a México sin respuesta en los minutos finales del encuentro.
La actuación de los jugadores colombianos, especialmente de los debutantes y aquellos con escasas participaciones previas, fue notable. Su capacidad para sobreponerse a una desventaja de dos goles y asegurar la victoria en tiempo agregado habla de su determinación y habilidad. Este triunfo servirá como un impulso moral importante para Colombia, mientras continúa fortaleciendo su equipo de cara a futuros retos internacionales.
El ambiente en el Memorial Coliseum fue eléctrico, con una gran presencia de aficionados mexicanos que esperaban cerrar el año con una victoria. El partido fue un ejemplo de la pasión y el apoyo que El Tri genera, independientemente del resultado. La derrota, aunque decepcionante, mostró el carácter y la resiliencia del equipo, incluso cuando enfrenta adversidades.
El Tri pierde su último partido en un año de altibajos.
México y Colombia tienen una larga historia de encuentros competitivos en el fútbol internacional, con cada partido aportando su propia dinámica y emoción. Este último enfrentamiento no fue la excepción, destacándose por la intensidad y el dramatismo de una remontada en los momentos finales. El resultado refleja la naturaleza impredecible del fútbol y la importancia de mantener el enfoque durante todo el partido.
A pesar de la derrota, el partido ofreció valiosas lecciones y experiencias para los jugadores debutantes de México. La selección mexicana, así como sus aficionados, pueden mirar hacia adelante con esperanza y optimismo mientras se preparan para los desafíos del próximo año. Sigue a El Tri en su camino y comparte tus pensamientos sobre su desempeño en nuestras redes.
