La NFL entra en su temporada baja y los rumores sobre el futuro de Aaron Rodgers no se han hecho esperar. Tras ser liberado por los New York Jets, el veterano quarterback de 41 años está en la mira de varios equipos, y los Indianapolis Colts surgen como un posible destino.
Los Colts buscan estabilidad en la posición de mariscal de campo, especialmente con Anthony Richardson, quien mostró destellos de talento pero ha lidiado con lesiones y cuestionamientos sobre su profesionalismo. La llegada de Rodgers podría aportar liderazgo y experiencia a una ofensiva en busca de regularidad.
A pesar de recuperarse de una lesión en el ligamento cruzado anterior, Rodgers tuvo una destacada última temporada con 3,897 yardas, 28 touchdowns y un 63% de efectividad en pases. Su presencia en Indianápolis generaría expectativas, aunque también incertidumbre sobre su estado físico y capacidad de mantenerse en el campo.
La incógnita sobre el futuro de Rodgers sigue abierta, mientras la NFL observa con atención su próximo movimiento.
