El próximo 11 de febrero, el Allegiant Stadium de Las Vegas se convertirá en el centro del universo deportivo al albergar el Super Bowl LVIII. Este evento no solo destacará por la épica batalla entre los Jefes de Kansas City y los 49ers de San Francisco, sino también por una historia única en los anales del deporte: Terry Killens, el primer exjugador que se convertirá en árbitro en un Super Bowl. Killens, que una vez jugó en este escenario de ensueño como jugador, ahora lo hace en una capacidad completamente diferente, marcando un hito histórico en la NFL.
Los Jefes, actuales monarcas de la Conferencia Americana y los 49ers, ganadores de la Nacional, prometen un encuentro emocionante, reviviendo su rivalidad de 2020. Pero más allá del juego, la presencia de Killens como árbitro atrae un interés especial, simbolizando la unión única entre el pasado y el presente del fútbol americano.
Hito histórico en un escenario de ensueño.
Terry Killens, seleccionado en la tercera ronda del draft de 1996 por los Houston Oilers, jugó en el Super Bowl XXXIV con los Titans, una experiencia que pocos pueden presumir. Tras su etapa como jugador en Houston, Tennessee, San Francisco y Seattle, Killens decidió cambiar su casco y hombreras por el silbato y la camiseta a rayas de un árbitro. Su transición de jugador a árbitro es un viaje raro y fascinante en el deporte profesional, especialmente en un deporte tan exigente como el fútbol americano.
Luego jugaría sus últimas dos temporadas en costa oeste estadounidense. Primero jugaría en San Francisco durante la temporada 2001 y parte del 2002, donde acumularía 28 tackles totales y otros dos para pérdida. Con la temporada comenzada, se iría a los Seattle Seahawks, donde en tres juegos acumularía tres tackles únicamente.
Luego de su retiro se convirtió en árbitro, desde al menos el año 2013, trabajando para la American Athletic Conference. En marzo del 2019 fue parte del staff de arbitraje de la efímera liga Alliance of American Football, siendo parte del equipo dirigido por Tra Blake. En abril del mismo año se anunció que se uniría al staff de la NFL con el número 77, y donde se desempeña como referee, al igual que lo hizo en la AAC y la AAF.
Es de señalar que, el que fuera defensivo, acumula un total de cinco años como ‘cebra’ en la propia NFL.
Su presencia en el Super Bowl LVIII como árbitro es un testimonio de su dedicación y habilidad para adaptarse a roles diferentes en el mismo deporte. Es un ejemplo inspirador de cómo la pasión y el conocimiento del juego pueden abrir puertas inesperadas, incluso después de colgar los tacos.
Cambia su casco y hombreras por el silbato y la camiseta a rayas.
La historia de Terry Killens es única en la NFL. Pasar de jugar un Super Bowl a ser árbitro en el mismo es un hecho sin precedentes. Su experiencia como jugador le otorga una perspectiva única en el campo, algo que pocos árbitros pueden reclamar. Esta mezcla de experiencia en el campo y conocimiento de las reglas lo convierte en un árbitro excepcionalmente calificado para uno de los juegos más importantes en el deporte profesional.
El Super Bowl LVIII no solo será recordado por la batalla entre los Jefes y los 49ers, sino también por la histórica participación de Terry Killens como árbitro. Este evento marca un hito en la historia de la NFL y en la carrera de Killens. No te pierdas este emocionante encuentro y comparte tus opiniones y pronósticos con nosotros en NotiSports.com. ¡Únete a la conversación en redes y vive la emoción del fútbol americano al máximo!
