El Draft 2024 de la NBA ha llegado, marcando un momento crucial entre la temporada que termina y la que se avecina. Este evento es trascendental, no solo para las franquicias que buscan nuevas estrellas, sino también para los jugadores que ven sus sueños de NBA a punto de hacerse realidad.Entre los principales contendientes para el número uno están tres nombres que han dominado las quinielas durante toda la temporada: Alex Sarr, Zaccharie Risacher y Donovan Clingan.
A diferencia del ultramediático Draft de Victor Wembanyama del año pasado, el Draft 2024 ha sido percibido con cierta anticlimaticidad. Sin embargo, el talento y las sorpresas siempre están presentes. La incertidumbre sobre cómo se repartirán las primeras posiciones y quiénes tienen el verdadero potencial de convertirse en estrellas de la NBA añade una capa extra de emoción.
Las nuevas estrellas: promesas y realidades.
Sarr, un pívot de 2.13 metros de los Perth Wildcats, destaca por su potencial defensivo y su crecimiento en el tiro exterior. Su paso por la cantera del Real Madrid y la liga australiana lo ha preparado para este momento, aunque se rumorea que preferiría evitar ser seleccionado por los Hawks, lo que podría moverlo al segundo puesto con los Wizards.
Risacher, otro talento francés, ha brillado en la Eurocup con Bourg. Con 2.06 metros, este escolta ha mostrado una gran capacidad para adaptarse al juego NBA, mejorando en manejo de balón y pasando mientras defiende a los mejores jugadores rivales. Su historia y habilidades lo convierten en un prospecto fascinante.
Donovan Clingan, con sus 2.18 metros, ha captado la atención recientemente. Este gigante de UConn ha demostrado ser un formidable defensor y finalizador cerca del aro. Aunque aún debe adaptarse al ritmo de la NBA, su actuación en la última Final Four mostró un potencial impresionante.
Los contendientes al número 1 del 2024.
Otros dos nombres a tener en cuenta son Reed Sheppard y Stephon Castle. Sheppard, un escolta de 1.91 metros, es conocido por su rapidez y su excelente tiro exterior. Aunque su tamaño genera dudas, su instinto y competitividad lo sitúan firmemente en las predicciones del top-5. Castle, por su parte, es un base fuerte y versátil de UConn, capaz de defender y manejar el ritmo del juego. Su potencial para ser una estrella depende de la mejora de su tiro exterior, pero su presencia en el draft es innegable.
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