El mundo de la Fórmula 1 siempre ha sido sinónimo de velocidad, precisión y tecnología. Sin embargo, en el Gran Premio de Japón de este año, se ha añadido un elemento sorprendente a la ecuación: un trofeo que combina innovación tecnológica con la tradición de celebrar la victoria. Este galardón, bautizado como «Kiss Me», no es solo un objeto inerte, sino que responde al cariño del ganador, iluminándose con los colores de su bandera al recibir un beso.
El trofeo fue presentado como una de las grandes novedades de la carrera, capturando la atención de pilotos, equipos y aficionados por igual. Su diseño, inspirado en la entrada de aire superior de un monoplaza de F1 y en el logotipo de Lenovo, es obra del prestigioso estudio Pininfarina. Pero más allá de su estética, lo que realmente lo hace especial es su capacidad para interactuar con el piloto que lo levanta en señal de triunfo.
Desde el momento en que el piloto toma el trofeo, este comienza a parpadear, guiando al campeón a adoptar la posición correcta para la premiación. Una vez en posición, un simple beso es suficiente para activar una serie de luces que reproducen la bandera del país del piloto. Esta innovación es posible gracias a la tecnología de Lenovo, empresa que patrocina la carrera y que ha buscado una forma única de integrar su visión tecnológica en el mundo del deporte.
Philip Marchington, director creativo ejecutivo de marketing corporativo de Lenovo, expresó el deseo de la empresa de llevar la tecnología a un nuevo nivel. Según sus palabras, el objetivo era «incrustar tecnología más inteligente en los trofeos de una forma que nunca antes se había hecho para elevar la experiencia del podio«. Y sin duda, lo han logrado. El trofeo «Kiss Me» no solo será la estrella en Japón, sino que también hará acto de presencia en el Gran Premio de Estados Unidos en Austin, otra carrera patrocinada por Lenovo.
El galardón que reactiva la tradición de besar el trofeo.
En el contexto histórico de la F1, el trofeo siempre ha sido un símbolo de victoria y reconocimiento. Sin embargo, en una era donde la tecnología avanza a pasos agigantados, era cuestión de tiempo que estos galardones también evolucionaran. El «Kiss Me» representa esa evolución, fusionando tradición y modernidad en un objeto que no solo celebra el triunfo, sino que también interactúa con el ganador.
El impacto de este trofeo va más allá de la simple novedad. Establece un precedente para futuras ediciones y carreras, donde la tecnología podría jugar un papel aún más prominente. Además, añade un elemento de expectación para los aficionados, que esperarán con ansias ver quién será el próximo piloto en activar el trofeo con un beso. Por ahora, todo apunta a que Max Verstappen, quien ha mostrado un rendimiento excepcional, podría ser el afortunado.
Para todos los amantes de la Fórmula 1 y la tecnología, este es solo el comienzo de una nueva era. Te invitamos a seguir de cerca todas las novedades y a compartir tu opinión en nuestro sitio web y redes sociales. ¡Únete a la conversación y sé parte de la historia del deporte motor!
